¿Cómo pudiste hacerme esto Dios?, se lamentó. Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo. "¿Cómo supieron que estaba aquí?" Preguntó el cansado hombre a sus salvadores. "Vimos su señal de humo", contestaron ellos.
Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal, pero no debemos desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aún en medio del dolor y el sufrimiento.
Cuando la tempestad se hace más fuerte, no olvides, que es porque ya va a terminar, aprende a darle Gloria y Gracias a Dios en todo momento pues El te dice:
" No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" Is.41:10.
... y aquella promesa es para siempre y aunque tu cabaña se queme DIOS VIENE EN CAMINO